Luego de la disparada del dólar del último lunes, las petroleras Shell y Puma aumentaron los precios de la nafta un 12,5%, mientras que YPF, anunció que por ahora no tomará una decisión similar.
En este marco, las empresas informaron que los precios de los combustibles registraban un retraso de aproximadamente un 35% y la brecha con los países vecinos había alcanzado el 50%.
Asimismo, la petrolera Raízen, licenciataria de las estaciones de servicio Shell, que tiene los valores más altos del mercado, tiene los siguientes precios las estaciones en la Ciudad de Buenos Aires luego de la suba de 12,5%: nafta súper, $250; nafta premium, $345; gasoil súper, $281, y gasoil premium, $362.
En este contexto, en el año, los precios de la nafta y el gasoil subieron en promedio 63%, en línea con la inflación acumulada hasta julio. Sin embargo, en el mismo periodo aumentó la brecha de precios entre el valor local del barril de petróleo, unos US$63, con la cotización internacional del Brent, que está en US$84.
Cabe destacar que YPF, Pan American Energy (Axion), Raizen (Shell) y Trafigura (Puma), empresas que en conjunto dominan casi el 95% del mercado de combustibles, acordaron en noviembre pasado el ingreso al programa Precios Justos, por el que se comprometieron a subas mensuales de 4% en una primera etapa y 4,5% en una segunda etapa que se extendía hasta este mes.
Motivo por el cual, en los primeros días de agosto el octavo incremento del año, el último que había quedado pautado en el acuerdo original. La suba acumulada hasta esa fecha era del 40%.
Un dato no menor es que, en junio, las petroleras intentaron abrir la discusión con el Gobierno para incrementar el tope de aumentos al menos a un 7% debido al desfasaje experimentado respecto a la inflación que mide del Indec, lo cual fue rechazado por el ministro de Economía, Sergio Massa.