El intendente de General Lavalle, José Rodríguez Ponte, a través de un decreto ordenó a la Unidad de Inspección Municipal (UIM) a llevar a cabo los relevamientos y controles sonoros sobre los locales nocturnos y eventos privados.

En este sentido, se estableció un máximo de 80 decibeles como límite y, quienes lo superen y sean detectados, recibirán multas que podrían superar los 16.000 pesos. "La medida apunta a mantener el marco de buena convivencia entre los vecinos", aseguraron desde la gestión municipal.

De esta manera, para aquellos vecinos que incumplan con la normativa en una primera instancia, se les aplicará una multa equivalente al valor de 100 litros de gasoil. Si se vuelve a repetir, deberán pagar el equivalente en valor de 200 litros y en el caso de una tercera infracción se podrá aplicar una clausura. 

Cabe destacar que más allá de que la normativa ya entró en vigencia en General Lavalle, deberá analizarse en el Concejo Deliberante para  instaurarse en un marco regulatorio específico.