Los empleados realizan una “toma pacífica” en los alrededores del edificio de la Dirección, donde permanece el interventor del Astillero, Daniel Capdevilla.
En ese sentido, la diputada ensenadense, Susana González, aseguró que “los trabajadores se quedaron sin gas y oxigeno para continuar con los trabajos que tienen pendiente”.
Tras asegurar que la situación no es violenta, la legisladora comentó que mientras los empleados le piden a la gerencia que habilite la compra de los materiales para continuar con la labor, “hay trabajadores que decidieron quedarse en la fábrica”.
No obstante, la legisladora aseguró que las autoridades del lugar “se encuentran encerrados en una oficina, sin querer salir”. “Nadie los está privando de su libertad, están ahí porque quieren”, expresó la ensenadense.
Asimismo, indicó que “no hay ningún tipo de amenaza” y que “los trabajadores están haciendo una topa pacífica en su casa de trabajo”.
Además, la diputada de Unidad Ciudad a destacó que, a diferencia de las autoridades de la fábrica, los empleados aún no han cobrado.