El avance de la cuarentena generó que la pipa de la paz que fumaron varios sectores de la oposición está llegando a su fin. Es que los radicales y el PRO ven cada vez más diferentes en el accionar y el Senado bonaerense funciona como caja de resonancia.
Pese a tener dictamen favorable en la Comisión de Legislación a favor del cambio de reglamento, un sector de la oposición en el Senado apuntó al Presidente de bloque, Roberto Costa, y lo acusan de ceder poder ante la Presidenta del cuerpo, Verónica Magario, para que sesione el próximo jueves.
Es que los radicales, la Coalición Cívica y parte del PRO le reprochan a Costa otorgar a Magario la posibilidad de sesión mixta (via teleconferencia y presencial) sin la aprobación del dictamen de Comisión en el Recinto.
El cambio de reglamento fue ratificado en la única Comisión que funcionó durante el año en la Legislatura y el descontento pesa sobre el Presidente del bloque, quien comienza a ser visto de reojo por sus compañeros.
Ahora, parte del vidalismo puro, junto a radicales que no tienen intendentes a quien responder y los lilitos, buscarán sentar a los senadores del Frente de Todos para dar por cerrado el cambio de reglamento en el Recinto, aunque por el momento no parece tener éxito la estrategia.
Por su parte, en el Frente de Todos los ánimos no son los mejores y hay descontento con Magario y el jefe de bancada, Gervasio Bozzano, por el reparto de las Comisiones, aunque el contexto de aislamiento social calma las broncas y esperan el funcionamiento en pleno de la Legislatura para no generar grietas internas.