Con la llegada del FMI al país, el gobierno nacional comenzó a tomar medidas económicas que eran contrarias al discurso de las últimas semanas, mientras aducían que "lo peor ya pasó".
En ese marco, el gobierno de Mauricio Macri lanzó cambios en el sistema de retenciones a la soja y que tendrá un fuerte impacto en los municipios bonaerenses y seguramente causará malestar. Se trata de la eliminación del llamado "Fondo sojero", que destina unos 1.300 millones de pesos en 2017 y iba a repartir otros 2 mil millones a lo largo de 2018 en los 135 municipios bonaerenses.
La idea, que viene por parte del ministro de Hacienda, Nicolás Caputo, es ahorrar a través del gasto de los municipios y las Provincias. O, mejor dicho, hacer "rendir más" la recaudación de la soja, sin tocar el bolsillo de los productores ni el de los exportadores.
La medida forma parte de un paquete que busca generar un ahorro de 12.500 millones para lo que queda de 2018 y 53 mil millones para 2019, sin dejar de reducir las retenciones a la soja. El decreto reduce el 66% el monto total pagado en concepto de reintegros a la exportación, de acuerdo a un esquema diferenciado por producto y confirma la tendencia a la baja en la alicuota de los granos de soja.
Pero lo más sustancioso en términos políticos es la eliminación, mediante de Decreto de Necesidad y Urgencia, el Fondo Federal Solidario, conocido como "fondo sojero", que reparte a Provincias y Municipios el 30% de la recaudación de los derechos de exportación a la soja.
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