Un documento con el que la Provincia de Buenos Aires salía a pedir inversiones en el territorio comandado, por entonces, por María Eugenia Vidal desmiente los argumentos que esgrimieron las principales espadas de Juntos por el Cambio por la deuda bonaerense.
Es que tras el pedido de Axel Kicillof de reperfilar la deuda a pocos días del vencimiento del Bono BP 21 con los bonistas extranjeros generó una serie de reclamos por parte de legisladores de la oposición y del propio exministro, Hernán Lacunza.
Lo paradójico es que Lacunza fue quien recorrió los despachos de inversores con un documento donde describía que la Provincia tenía un bajo nivel de endeudamiento en relación con los ingresos bonaerenses y el Producto Bruto Geográfico.
El documento, de marzo de 2016, afirmaba que los vencimientos que debían afrontar desde las arcas bonaerenses alcanzaban 1.300 millones de dólares en el año, aunque lo favorable pasaba que un tercio de los vencimientos eran responsabilidades con el Estado Nacional.
Sin embargo, la política económica de Mauricio Macri, la toma de deuda por parte de María Eugenia Vidal en moneda extranjera y el impacto sobre el peso generó el desequilibrio que marcó Axel Kicillof.
Es que el primer año y medio, el gobierno de Vidal emitió bonos de deuda por 8.600 millones de dólares, poniendo a Buenos Aires en el tope de los distritos más endeudados del mundo.
Sobre el final de su mandato, ya con Damina Bonari a cargo de la cartera de Hacienda, la provincia emitió un informe donde demuestra los problemas de sustentabilidad que tuvo la deuda tras los 4 años de su gobierno. Es que el stock de deuda aumentó USD 1.900 millones, mientras que la deuda aumento en proporción a los recursos y el Producto Bruto Geográfico.
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Deuda bonaerense
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