Así lo decidió la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, quien dispuso que el complejo turístico de Chapadmalal ya no sea ocupado por la Gendarmería.
Con esta decisión, la ministra Frederic dejó sin efecto lo ordenado por la gestión anterior ejercida por Patricia Bullrich, quien había delegado el complejo, patrimonio y edificio a la Gendarmería.
De esta manera, el predio construido en 1946 con fines sociales e inclusivos volverá a su utilización de origen y los hoteles 7 y 8 deberán ser desafectados por los más de 500 gendarmes que habían sido consignados allí en marzo de este año, en una medida que ponía en riesgo el carácter de “patrimonio histórico” de esos edificios convertidos por Bullrich en cuarteles.
Esta medida fue repudiada tanto por dirigentes de un amplio arco político como así también por organizaciones sociales que durante los últimos años habían utilizado esos edificios para desarrollar varias de sus actividades, entre ellas la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) , que organizó allí sus encuentros de intercambio y conocimiento en materia de derechos humanos entre jóvenes de distintas ciudades de la provincia.
De hecho, en la resolución 1231 firmada por Frederic se reconoce que aquella medida “suscitó múltiples voces de rechazo tanto en el ámbito social como político” y puntualiza que “la formación de un mayor número de aspirantes a gendarmes bien puede satisfacerse extremando otros recursos con los que cuenta el Estado”.