El intendente radical de Berisso, Jorge Nedela, parece estar pensando en la transición del distrito y dejó de lado la gestión. Por lo menos eso se trasluce en el servicio de recolección, que manifiesta una crisis de recolección y el panorama que brinda las calles del distrito son basurales al descubierto.
Es que los conflictos laborales que mantienen los trabajadores municipales por cuestiones salariales no logran ser solucionado, pese a la intervención de la Provincia con la conciliación obligatoria.
Ahora, los trabajadores mantienen una retención de tareas, intentando que el conflicto no se disipe, por la falta de pago salarial y el retraso en la acreditación de las horas extras: “la inflación nos licúa el salario y el municipio tarda más de un mes en acreditar”, reclaman los trabajadores.
Con este panorama, el distrito permanece plagado de basura y el escenario que vive el municipio que está a unos 10 kilómetros de Gobernación acrecenta el malestar con la gestión de Juntos por el Cambio.
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