El gobernador bonaerense Axel Kicillof mantuvo una reunión con las conducciones nacionales de la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores con el objetivo de articular una estrategia común para frenar en el Congreso la reforma laboral impulsada por el presidente Javier Milei.
El encuentro se concretó en La Plata, días después de la masiva movilización del 18 de diciembre en Plaza de Mayo, y funcionó como una instancia de coordinación política entre el Ejecutivo provincial y las centrales obreras.
Durante la reunión, Kicillof y los dirigentes sindicales compartieron una lectura crítica del proyecto oficial. Coincidieron en que la iniciativa no representa una modernización técnica del régimen laboral, sino una ofensiva política orientada a debilitar la organización colectiva de los trabajadores.
En ese marco, ambas CTA se comprometieron a “aunar esfuerzos” para rechazar la reforma en el ámbito legislativo. Además, anticiparon la posibilidad de avanzar en protestas conjuntas y profundizar los contactos con otros gobernadores provinciales críticos de la iniciativa del Gobierno nacional.
De cara al escenario político que se proyecta hacia 2026, el gobernador y los gremios subrayaron la necesidad de fortalecer la unidad. “Nos exige mayores niveles de unidad, convocando a los millones de argentinas y argentinos que no participaron en las últimas elecciones y canalizando el creciente descontento social frente a las políticas del Gobierno nacional”, afirmó el secretario general de la CTA Autónoma, Hugo “Cachorro” Godoy.
La reunión con las centrales obreras se inscribe en una serie de gestos políticos más amplios impulsados por Kicillof. En las últimas semanas, el mandatario bonaerense mantuvo encuentros con otros gobernadores que expresaron reparos frente a la reforma laboral, entre ellos Sergio Ziliotto, Gildo Insfrán, Gustavo Melella y Ricardo Quintela.
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