La novela del endeudamiento provincial logró su fin. Luego del escándalo protagonizado por el intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, el gobernador Axel Kicillof, luego de que intensas negociaciones con la oposición logró destrabar el apoyo necesario para alcanzar los dos tercios de los votos que requiere la Ley de Financiamiento.
Las gestiones decisivas fueron llevadas a cabo por dos figuras clave del oficialismo: Mariano Cascallares y Gabriel Katopodis. Ambos mantuvieron encuentros con presidentes de bloques opositores, donde el propio Kicillof participaba de las conversaciones telefónicas para sellar los acuerdos.
El acuerdo, que contó con dos tercios con el oficialismo en pleno, aunque con una ausencia al momento de la votación, en ambas cámaras. En Diputados, facilitaron las ausencias de cuatro legisladores, mientras que los radicales aportaron 15 diputados, por la Coalición Cívica 3 diputados y Nuevos Aires 3 diputados. Por su parte, Unión y Libertad aportaron 6 diputados.
El oficialismo se quedó con nueve sillones (Javier Osuna; Sergio Bordoni; Cuto Moreno; Julio Pereyra; Alejandro Formento; Carlos Orsingher; Rodrigo Rodriguez; Laura González y Gabriela Demaría), mientras que la oposición se quedó con las bancas restantes, que corresponden a Marcelo Daletto (UCR + Cambio Federal) Fernando Pérez (UCR), Matías Ranzini (PRO), Adrián Urreli (PRO) y Fernando Rozas (Unión y Libertad).
Por otro lado, se crearon los cargos del Consejo en Educación, que quedaron ocupados por Marcel Zarlenga, Graciela Veneciano, Graciela Salvador, Graciela Raimundo, María Ricciardelli, Aldana Ahumada, César Valicenti, Carlos Bonino, Silcio Maffeo y Josefina Mendoza.
Sobre el Fondo Municipal que quedó atado del endeudamiento, se arribó a un consenso para asegurar un fondo específico destinado a los municipios, una demanda clave tanto de intendentes oficialistas como opositores.
En este punto, uno de los más discutidos por parte de los legisladores y con cortocircuitos con los intendentes, tuvo la fiscalización y marca personal del intendente radical de General Viamonte, Franco Flexas, que llegó a la Legislatura en nombre de la veintena de alcaldes boina blanca.
Según pudo saber La Letra Chica, los jefes de las bancadas mantuvieron una videollamada donde participaron las principales espadas negociadoras del Ejecutivo y el propio gobernador Axel Kicillof, donde se sellaron los acuerdos y se dieron las garantías que pedía la oposición.
En el momento de la intervención de la oposición, desde el PRO, Agustín Forchieri remarcó el rechazo al artículo 1 del proyecto, que marca el endeudamiento de fondos, aunque sí mostraron su apoyo al roolover, “para cumplir con los compromisos previos que tuvo la provincia”.
“Hubiese estado bueno saber para qué van a ser destinados los fondos de ese endeudamiento. Pero no pudimos. El gobernador quiere tomar más deuda y generar más impuestos, y el gobernador no tiene las mismas prioridades de la gente. Hace unos días el gobernador dilapidó 87 mil millones de pesos en desdoblar una elección por un capricho”, completó.
El enojo se dio al momento de la intervención de la Presidente del bloque del FIT, Laura Cano, porque al momento de la votación, no contaba con el proyecto que se acababa de votar: “Es un escándalo”.
Por la defensa del gobernador tomó la palabra el marplatense, Gustavo Pulti, quien enumeró 16 provincias que antecedieron en un pedido de financiamiento y que “ninguna tiene 17 millones de habitantes”.
“Deseo para la Argentina tenga un gobierno que cuando tome crédito le pueda significar algo a las Provincias. Qué provincia tuvo un beneficio por los créditos que tomó argentina en los últimos 90 días? Sin embargo,acá la toma de crédito pasa por la Legislatura y allá ni siquiera pasa por el Congreso. No pasa nunca porque es para timba financiera y no para obras. Lo que hace Milei es un disparate y miente sobre la macroeconomía. Es una decisión seria por parte de la Provincia”, completó.