La cuenta regresiva avanza para el gobernador Axel Kicillof, quien necesita imperiosamente la Ley de Financiamiento para ejecutar su Presupuesto. El fracaso de los intentos previos ha concentrado la negociación en dos puntos: la distribución del fondo para los intendentes, y los cargos apetecibles en la Corte Suprema de Justicia bonaerense y el directorio del Banco Provincia (BaPro).
Por estas horas, el único actor con el poder de destrabar el endeudamiento es el senador nacional Maximiliano Abad, líder de un sector de la Unión Cívica Radical.
La cuenta de Kicillof sin el PRO es la siguiente: En Diputados, UP (37) sumaría a los opositores dialoguistas (19) y los 6 radicales del sector de Martín Lousteau-Facundo Manes, más los 9 de Abad, totalizando los 62 votos necesarios para los dos tercios. El oficialismo se daría el lujo de no necesitar los votos del PRO ni los 3 de Lilita Carrió.
En el Senado, UP (21) suma los 4 votos del sector de Carlos Kikuchi y Joaquín de la Torre, quedando a 6 votos de los 31 necesarios. Esos 6 votos son justamente los que responden a Abad.
Maximiliano Abad tiene la llave del éxito en ambas Cámaras. La negociación se simplifica: Kicillof le daría un lugar en la Corte Suprema de Justicia bonaerense a un hombre de Abad.
La otra gran novedad es que el PRO se quedaría fuera de la rosca por los cargos, incluida la ampliación del BaPro (de 8 a 12 sillas).
Diego Santilli no permitiría que los legisladores amarillos voten el endeudamiento. Votar a favor “atentaría contra la postura de su nuevo jefe, Javier Milei, y la teoría de la reducción del gasto público, los degenerados fiscales”.
Cualquier legislador del PRO que vote el endeudamiento enfrentaría un conflicto interno y con la administración nacional. El único sector que podría arriesgarse es el de Jorge Macri, pero esto lo pondría en tensión con el gobierno nacional, con el que busca colaborar tras los acuerdos presupuestarios.
En este contexto, la suerte de los nombres que sonaban para el BaPro, Adrián Urreli y Matías Ranzini está echada. Trascendió que Matías Ranzini se iría como Subsecretario de Asuntos Municipales en el Ministerio del Interior, bajo la conducción de Santilli. Adrián Urreli también estaría reviendo su futuro.