La jornada decisiva en la Legislatura bonaerense, donde se debate el paquete económico de Axel Kicillof, se ve sacudida por una revuelta interna importante dentro de la oposición que amenaza con desbaratar los acuerdos alcanzados.
Fuentes de la oposición señalaron a La Letra Chica que la sesión se define el próximo 4 de diciembre, al límite de la asunción de las nuevas autoridades legislativas.
Para destrabar el endeudamiento, el gobernador había propuesto un plan de concesiones, incluyendo:
Sin embargo, la negociación se vino abajo cuando un sector del PRO llevó una lista de nombres para ocupar esas vacantes a cambio de asegurar los votos, sin consultar a la base del partido.
El conflicto surgió con el nombre de Adrian Urreli, hombre que responde a Néstor Grindetti y que marca el termómetro interno del PRO. “Grindetti ya está garpo”, agitó un alcalde amarillo al referirse al último candidato a gobernador que tuvo la alianza de gobierno.
La acción unilateral de ese sector generó la furia de los intendentes “amarillos” y otros líderes opositores, quienes “pusieron el grito en el cielo” por no haber sido consultados sobre la distribución de las sillas.
Esta falta de consenso interno ha provocado una crisis que pone en riesgo el acuerdo político alcanzado sobre el endeudamiento, anticipando una jornada "muy extensa" de nuevas negociaciones y discusiones internas para intentar ordenar el bloque opositor antes de la votación en el recinto.
El peronismo todavía sostiene la idea de votar durante la jornada de hoy, aunque la oposición se muestra reacia y estira la negociación para la semana que viene, con certezas sobre los lugares en los organismos de control y el Banco Provincia.