En la antesala del crucial debate por el Presupuesto 2026, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) que lidera Axel Kicillof ha trazado una clara línea de desconfianza que separa a su espacio del cristinismo y La Cámpora.
Un importante funcionario del Gabinete de Kicillof afirmó a este medio que el debate presupuestario será la prueba de fuego de la interna: “Con el Presupuesto va a quedar claro quiénes son parte del oficialismo y quiénes de la oposición”.
Un hombre cercano al gobernador explicó que esta marcada división busca atajarse de los movimientos que puedan realizar los legisladores que responden a Cristina Kirchner, a quienes se les atribuye haber puesto trabas en la última negociación presupuestaria con el único fin de hacer “oposición interna” al esquema oficialista.
El gobernador necesita la aprobación de tres ítems clave: el Presupuesto 2026, la autorización de endeudamiento y la Ley Fiscal Impositiva.
En contraste, en La Plata destacaron el rol del Frente Renovador de Sergio Massa “para lograr consensos”. Además, señalaron que el mensaje es un guiño al exministro, a quien le reconocen su voluntad de evitar la ruptura de la coalición y su actual esfuerzo por “tender puentes con la oposición” para facilitar la sanción de las leyes.
En Gobernación describieron que la antipatía de La Cámpora con Kicillof es evidente incluso en detalles menores, como el hecho de que “salvo que estén en primera fila y expuestos ante las cámaras, evitan aplaudirlo”.
Este comportamiento, según la fuente, es una señal de que “no disimulan el malestar reinante ni sobreactúan un acompañamiento por convicción”. Aunque la relación está rota, la intención en ambos lados es seguir dentro de la misma fuerza, “aunque sea atados por un delgado hilo”.