El inicio de octubre trae una batería de aumentos en distintos rubros que volverán a presionar sobre la economía de los argentinos. Aunque los analistas esperan que la inflación de septiembre se ubique en torno al 2%, varios de los ajustes ya programados superan ese porcentaje.
En materia de alquileres, los contratos aún regidos por la derogada Ley de Alquileres tendrán un incremento del 46,1%, mientras que quienes actualizan de manera trimestral por el índice de precios enfrentarán subas de 5,5%.
La energía también sufrirá modificaciones: el Gobierno aplicó nuevas referencias en los valores mayoristas que impactarán en las tarifas de luz y gas. En la provincia de Buenos Aires, las distribuidoras de electricidad trasladarán un ajuste promedio del 1,5% a los usuarios residenciales.
El transporte público registrará una suba del 3,9% en colectivos tanto en la Ciudad como en el conurbano, llevando el boleto mínimo a más de $550 en promedio. A su vez, los peajes de autopistas y rutas que conectan Buenos Aires aumentarán entre 4,8% y 6,4%, dependiendo del corredor y la franja horaria.
Los colegios privados de la Provincia aque cuentan con subsidio estatal ajustarán sus cuotas en un 2,8%, mientras que el precio de los combustibles volverá a subir por la actualización impositiva prevista.
Las prepagas aplicarán subas de entre 1,1% y 2,4%, según el plan y la empresa, mientras que los servicios de telefonía, cable e Internet tendrán un nuevo ajuste cercano al 3%, en línea con las actualizaciones mensuales que aplican desde la desregulación del sector.
Con estos incrementos, octubre arranca con un escenario de fuerte presión sobre los precios, en un contexto de ingresos que corren detrás de la inflación y una canasta de servicios básicos cada vez más costosa para las familias.