Castillo criticó los vetos de Milei y apela a la “presión social” en la previa a la sesión

En la previa a la sesión en la que se buscará revertir los vetos presidenciales a las leyes de financiamiento para hospitales y universidades, el diputado nacional Cristian “Chipi” Castillo (FIT-U) brindó una entrevista con Diagonal a Contramano donde expresó su “ansiedad” por el resultado y apeló a la movilización popular para torcer voluntades en el Congreso.

El legislador calificó los vetos como “infames” y acusó al gobierno de Javier Milei de querer “vaciar la salud y la educación pública”.

Castillo afirmó que dar vuelta un veto “siempre es muy complicado”, pero espera que la “presión social” que se está gestando hoy evite que haya legisladores que cambien su voto a último momento, como, según él, ocurrió con el debate sobre las jubilaciones.

Sostuvo que las decisiones del gobierno no buscan el equilibrio fiscal, sino que son parte de una política coordinada con el FMI para desfinanciar áreas esenciales del Estado.

Los votos que pueden torcer el resultado electoral

En un fuerte llamado a la acción, el diputado enfatizó que la calle “está hablando” y su voz debe imponerse en el Parlamento. Cuestionó directamente a los legisladores con un duro interrogante: “Si votás contra la universidad pública, ¿después con qué cara vas a ir a pedir el voto en cada una de las provincias?”.

Asimismo, criticó la “barbaridad” de la “compra de votos” y el intercambio de favores, lamentando que esta práctica se haya naturalizado en la política.

La movilización y el operativo policial

Respecto a la movilización convocada, Castillo manifestó su preocupación por la posible represión, señalando que “estando Patricia Bullrich a uno siempre le preocupa”.

No obstante, expresó su expectativa de que la manifestación sea “multitudinaria” y logre que la voluntad de la población de revertir los vetos se manifieste de forma contundente frente al Congreso y en todo el país.

El legislador destacó el valor simbólico de las dos causas en disputa. Al Garrahan lo describió como un emblema de la defensa de la salud pública, mientras que las universidades, que ya fueron el centro de grandes movilizaciones en el pasado, representan la resistencia frente a un "ataque brutal" al salario de docentes y no docentes.

Para finalizar, Castillo utilizó un argumento basado en los propios datos del gobierno. Señaló que el decreto de veto oficial admite que la inflación fue de “doscientos veintipico”, mientras que los salarios aumentaron “ciento veintipico”.