El Congreso se prepara para una votación crucial que podría insistir en la Ley de Financiamiento Universitario y anular el veto del Poder Ejecutivo.
La sesión, que requiere una mayoría especial de dos tercios de los votos presentes, ha puesto a prueba las alianzas políticas, con un poroteo ajustado que deja todo en manos de un puñado de legisladores indecisos.
Para que se revierta el veto presidencial, el número de votos afirmativos debe duplicar a los negativos y las abstenciones. En este escenario, el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) se enfrenta a un bloque opositor unificado en el tema, pero que no está exento de fisuras internas.
Mientras Unión por la Patria y los diputados de izquierda han confirmado su voto a favor de insistir con la ley, el bloque de LLA votará en contra. La verdadera batalla se libra en los espacios intermedios.
El bloque del PRO, que en su mayoría se alinea con el oficialismo, presenta varias excepciones. Héctor Baldassi (Córdoba) ya anunció que desobedecerá la orden del bloque y votará a favor.
Las miradas están puestas ahora en los diputados que mantienen un perfil independiente o que han mostrado diferencias con el gobierno en el pasado, como Álvaro González, María Eugenia Vidal, Sofía Brambilla y Ana Clara Romero.
En la UCR, el jefe de bloque Rodrigo De Loredo aseguró el apoyo de al menos 11 de los 14 diputados, pero las tres abstenciones en duda podrían definir el resultado. Se trata de Pamela Verasay y Lisandro Nieri, ambos de Mendoza y alineados con el gobernador Alfredo Cornejo, y Gerardo Cipolini, cuya lealtad al gobernador de Chaco, Leandro Zdero, podría influir en su voto.
Varias provincias tienen la llave de la votación. En Misiones, los cuatro diputados que se ausentaron en la sesión original podrían inclinar la balanza. A pesar de los conflictos de su gobernador con el gobierno nacional, el reciente envío de fondos de ATN podría jugar un papel en su decisión.
Una situación similar se vive en Salta, donde los tres diputados que votaron a favor en el pasado están ahora bajo la lupa. La fotografía del gobernador Gustavo Sáenz con un funcionario del gobierno nacional ha generado especulaciones sobre un posible cambio de postura.
Otros nombres clave incluyen a Agustín Domingo (Río Negro), cuyo voto podría depender de la estrategia del gobernador Alberto Weretilneck; y los diputados de Encuentro Federal y Coherencia, que también tienen sus propias tensiones internas y alianzas provinciales.
El resultado de esta votación no solo determinará el futuro del financiamiento universitario, sino que también sentará un precedente sobre la capacidad del Congreso para resistir los vetos presidenciales y la consolidación de las alianzas políticas en el nuevo escenario de la política argentina.