El acuerdo bonaerense de la alianza entre LLA y el PRO en Buenos Aires tuvo su segunda parte, consolidando un frente que buscará imponerse en las elecciones legislativas del 7 de septiembre.
Este acuerdo, sellado por los presidentes de ambos partidos, Sebastián Pareja (LLA) y Cristian Ritondo (PRO), busca reafirmar el frente "anti-K".
El eslogan "Kirchnerismo Nunca Más", con tipografía del libro "Nunca Más", fue visible en el evento, señalando la fuerte polarización que el oficialismo pretende para estos comicios. Sin embargo, la negociación con el PRO resultó en una "dilución" de la fuerza amarilla, ya que La Libertad Avanza consiguió una "dominación" sobre el partido de Mauricio Macri, con este último cediendo protagonismo y Karina Milei marcando la cancha.
El escenario electoral bonaerense es complejo, dado que la elección provincial del 7 de septiembre se disputa separada de la nacional del 26 de octubre, una situación atípica. Esto obliga a una campaña con particularidades en cada una de las ocho secciones electorales y los 135 municipios que elegirán a sus propios representantes.
Sebastián Pareja, armador provincial de LLA, reconoció que “las elecciones no vienen fácil porque la Provincia es muy compleja y muy vasta, con particularidades diferentes”. Añadió que en el Conurbano, donde "cuesta lograr votos", el territorio es "muy hostil", atribuyéndolo al "abandono del kirchnerismo".
Las primeras encuestas reflejan un panorama desafiante para La Libertad Avanza. Un estudio reciente de la consultora Trends posiciona a Fuerza Patria casi tres puntos por encima de LLA en la provincia, con una brecha que se amplió de mayo a agosto. Además, la imagen negativa del presidente Milei perfora el 45% de positiva y se acerca al 55%, y la de Karina Milei es aún más alta (58,3% de negativa).
Pese a estos números, el Gobierno de Milei busca que su discurso central, la crítica a la gestión provincial de Axel Kicillof y la dicotomía "kirchnerismo o libertad", tengan efectividad.