La joven democracia que logró Argentina con sangre de más de 30 mil personas en 1983 tuvo momentos de tensión extrema durante sus primeros años, pero sin lugar a dudas el 2025 es el momento cúspide donde peligró tal cual la conocemos.
Una Corte Suprema de Justicia, integrada por tres miembros, la menor de la historia Argentina, y de la cual dos de sus miembros fueron elegidos por decreto del entonces Presidente Mauricio Macri, determinó el futuro de una de las figuras más trascendentes en materia política del S. XXI.
Los que integramos La Letra Chica somos jóvenes que nacimos y nos formamos como profesionales durante la democracia. Hoy, como nuestras generaciones pasadas, vivimos momentos que la historia va a mirar con detenimiento, como lo hicimos nosotros cuando analizábamos las consecuencias de la Revolución Fusiladora del 55.
Asistimos a un momento histórico donde el peronismo nuevamente tendrá una dirigenta proscripta, como pasó con Juan Domingo Perón cuando tuvo que pasar poco más de 17 años en el exilio y la resistencia peronista buscó la repatriación de su principal líder.
Cristina Kirchner, quién anunció su candidatura días atrás para un proceso electoral que se debería dar en menos de 90 días, no sólo fue dos veces presidenta, sino que es la Presidenta del principal partido opositor a Javier Milei. Parece una obviedad en este momento histórico, pero dejamos un testimonio de lo que significa vivir en tiempos tumultuosos para el periodismo y la vida política en general.
Mientras la Corte Suprema escribe el fallo que condena a una figura clave en la vida política, el ministro de Economía, Luis Caputo, volverá a tomar una deuda de 7 mil millones de dólares con emisión monetaria. La misma emisión que el presidente y los manuales liberales marcan como “la culpable de la inflación”.
Y ponemos “volver” porque hace poco más de 30 días Caputo recibió del Fondo Monetario Internacional 12 mil millones de dólares para “sanear” las deudas del Banco Central, aunque muchos de esos dólares que llegaron fueron a saldar la fuga de divisas que el Gobierno no logra frenar.
Argentina no sólo es frágil institucionalmente, sino que está al borde de perder su sistema democrático. La proscripción de Cristina Kirchner no sólo es un golpe al corazón del peronismo, sino que se trata de una estocada final a la democracia que supimos conseguir.
Cuidar a Cristina es cuidar a la democracia. No a la proscripción del peronismo.
Causa Vialidad
Cristina condenada
Cristina condenada
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