Los resultados catastróficos, especialmente en Salta, donde el PJ completó la peor elección de su historia, agudizan las críticas internas a la estrategia de intervención y al manejo de los armados por parte de dirigentes incondicionales a la expresidenta.
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Los interventores designados por Cristina fueron el bonaerense Sergio Berni y la pampeana María Luz Alonso. Su único anuncio fue que el PJ competiría contra Sáenz, aliándose con el sector del senador Sergio "Oso" Leavy, pero incluso dentro de ese espacio hubo fugas hacia el oficialismo provincial.
Paradójicamente, el histórico caudillo local Rubén Rivarola, a quien se buscaba desplazar con la intervención, terminó armando la lista que contó con el apoyo de Cristina.
Desde Provincia señalaron que “no han sido una jornada feliz” en cuanto al resultado del peronismo, aunque evitaron pronunciarse sobre las intervenciones del PJ Nacional a los distritos de Salta y Jujuy. “Con los problemas que tenemos en el PJ bonaerense, mira si voy a meterme en lo que pasa en otros distritos”, aclaró Carlos Bianco en su conferencia de los lunes.
Estas derrotas y el descontento en las provincias intervenidas ponen en jaque la estrategia de conducción de Cristina Kirchner al frente del PJ nacional y podrían tener fuertes repercusiones en la interna peronista de cara al futuro.