En la previa del inicio de lo que se espera sea una movilización masiva, el Gobierno de Javier Milei utiliza la cartelería de las estaciones de trenes para amedrentar a quienes intenten hacer uso de la protesta social como derecho constitucional. Lo más parecido a la Unión Soviética de Stalin.
El sistema de comunicación de las estaciones de trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) advierte que “La policía va a reprimir todo atentado contra la República”.
No es la primera vez que el gobierno utiliza este método para enviar mensajes a la ciudadanía. Semanas atrás, con la marcha por la educación universitaria y contra los recortes en la educación superior.
Mientras tanto, el Gobierno de la Ciudad confirmó un despliegue de 900 policías en los alrededores del Congreso, en un operativo conjunto con fuerzas federales. Se espera que la zona quede completamente vallada en un radio de 100 metros, restringiendo el acceso de vehículos y peatones.
La movilización, convocada por jubilados y acompañada por distintos sectores sindicales y políticos, exige un aumento de haberes ante el fuerte deterioro del poder adquisitivo. Actualmente, la jubilación mínima se ubica en $280.000, cifra que los manifestantes consideran insuficiente.
Desde el oficialismo, en tanto, se advirtió sobre la posible infiltración de barras bravas y agitadores en la marcha, reforzando el argumento de la necesidad de un operativo de seguridad de gran magnitud.