Mientras Javier Milei festeja con asado para los diputados peluca los recortes presupuestarios a jubilados y se apoya en los gobernadores panperonistas el veto al financiamiento universitario, la crisis impacta en uno de las áreas claves para el sector productivo del país.
Se trata de la carne, que tocó pisos históricos y ya cayó por debajo de los índices que mostró la crisis del 2001, cuando más del 50% del país estaba por debajo de la línea de la pobreza.
Es que el consumo aparente de carne vacuna per cápita fue equivalente a 46,8 kilos/año en el promedio de enero-septiembre de 2024, ubicándose 12,3% por debajo del promedio correspondiente a enero-septiembre de 2023.
Según el informe realizado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra), la crisis impacta de lleno en el consumo de las familias y marca una merma en las góndolas de las carnicerías.
“Este es el nivel de consumo más bajo registrado en los últimos 26 años”, relata el informe que muestra cifras preocupantes para el sector y que marca una proyección aún peor.