El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, participó de la masiva movilización por el Día del Trabajador, convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y se reunió con la dirigencia sindical “para apoyar la unidad del movimiento obrero”.
Acompañado por su ministro de Trabajo, Walter Correa, y gran parte de su Gabinete, manifestó su preocupación por la coyuntura social y económica: “Estamos ante una nueva embestida contra los derechos de las y los trabajadores, que busca llevarnos hacia un modelo de país primario, agroexportador y sin soberanía", afirmó.
En ese escenario, destacó la gravedad de la media sanción de la Ley Bases, cuyo impacto, según evaluó, “ya se siente en la industria nacional y en las pymes bonaerenses: el éxito de las políticas del Gobierno nacional implica la derrota de los trabajadores, de los jubilados y de las grandes mayorías populares”.
"Siempre vamos a estar presentes, sin especulaciones, porque el destino de la provincia de Buenos Aires está atado al destino del movimiento obrero y la industria nacional”, concluyó el mandatario bonaerense.
Espaldarazo a la CGT
Al cierre de la movilización, Kicillof visitó el histórico edificio de la CGT, en la calle Azopardo, y se reunió con la cúpula gremial.
Si bien no trascendieron mayores detalles del encuentro, el secretario general de la central obrera, Héctor Daer, expresó que el gobernador se acercó a saludar a los trabajadores y llevar el saludo de la administración provincial.
Además de los funcionarios, en el encuentro estuvieron presentes el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco; el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés "Cuervo" Larroque; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; los triunviros Pablo Moyano y Carlos Acuña; y los secretarios generales de la UOM, Abel Furlán, y de la UOCRA, Gerardo Martínez, entre otros.