Las ventas de los grandes supermercados cayeron en enero por primera vez después de más de dos años, con números similares a los de la Pandemia, cuando la circulación estaba restringida.
En contraposición, las ventas en autoservicios aumentaron levemente, lo que muestra un cambio en el consumo de las familias, principalmente en las de mejores ingresos.
Según informe de la consultora Scentia, los supermercados sufrieron en enero un retroceso en sus ventas del 8% interanual, el primer tras más de dos años. La tendencia se explica por la fuerte recesión producto de la aceleración inflacionaria y la caída del salario real.
Esta tendencia se había estado revirtiendo en los últimos dos años, ante la aceleración de la inflación y la disponibilidad de los programas de acuerdos de precios (primero Precios Cuidados y luego Precios Justos) en los grandes supers, dado que estos nunca terminaron de desembarcar en los comercios de proximidad (ya sea almacenes o súper chinos).
El titular de Scentia, Osvaldo del Río, explicó que “las bases de comparación son parte de la explicación de esta situación” y que “hay otros componentes que suman a esta nueva etapa, por ejemplo, los fuertes cambios en precios, y la pérdida de poder adquisitivo”.