El Gobierno Nacional reglamentó la Ley 27.669, que establece el marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo, tras su aprobación en el Congreso en mayo del 2022.
De esta manera, a través del Decreto 405/23, el Poder Ejecutivo da luz verde a la comercialización de los productos derivados en tiendas habilitadas, bajo el control de La Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME).
En ese marco, el organismo a cargo de Francisco Echarren tendrá la responsabilidad de "controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de la Planta de Cannabis, de semillas de Cannabis, del Cannabis y de sus productos derivados".
Entre otros puntos, se encargarán de habilitar a quienes quieran comenzar a vender estos productos, que deberán solicitar una autorización a través de un sistema de ventanilla única, y controlar que quienes los adquieran estén inscriptos en el REPROCANN.
Dicho marco regulatorio no sólo abarca la comercialización de derivados del cannabis y el cáñamo, sino que busca crear una cadena productiva que incluye importaciones, exportaciones, el cultivo y la industrialización.
Según detallaron en el Decreto, el objetivo es "impulsar el desarrollo de capacidades productivas, promover el impulso de las economías regionales, coadyuvar a la reconversión de actividades agrícolas existentes, sustituir importaciones y propender a la generación de empleos de calidad".