La presión impositiva sobre la actividad agropecuaria aumentó 3,5 puntos en los últimos meses en la provincia de Buenos Aires, afectada principalmente por el nuevo esquema de retenciones establecido por el Gobierno nacional y la baja de los precios internacionales, aunque amortiguada por la devaluación.
Según el índice elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), el Estado en todos sus niveles se queda actualmente con $ 62,6 de cada $ 100 de renta agrícola de un productor bonaerense, un número que se eleva a $ 71 para el caso de la soja. El índice es el más alto de la región agrícola central del país: debajo de Buenos Aires aparecen La Pampa (61,7%), Santa Fe y San Luis (61,1%) y Córdoba (60,9%).
El índice FADA toma la suma de todos los tributos que paga un productor en un territorio, sean nacionales, provinciales o tasas locales. El cálculo se realiza sobre la renta agraria, es decir, la "ganancia" que le queda a un productor luego de restar los costos de producción, comercialización y transporte. Así, por ejemplo, si suben los costos, la renta baja y el indicador sube.
En el caso de la provincia de Buenos Aires, el informe ubicó la presión impositiva para los productores en el 62,6%.