jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1940

Política | 14 jul 2019

Opinión

El día que el PRO acampó en la 9 de julio

Nota de opinión de Juan Grabois.


La primera carpa Qom en la 9 de julio se instaló en el año 2010. Pasamos la Navidad con mi familia allí, compartiendo la lucha con ellos. Ese acampe terminó con un confuso episodio. Al principio, circuló la versión de un desalojo violento comandado por un funcionario.

Luego, el propio Félix Díaz afirmó que se habían retirado voluntariamente. No hubo palazos, ni gases, ni detenciones arbitrarias, pero supimos que habían sido presionados para levantar la protesta. Suficiente para indignarse.

Cinco años después, vuelve el acampe Qom. El grupo de originarios y los militantes que los apoyaban pasaron varios meses de legítima protesta. La carpa era parte del paisaje sobre la 9 de Julio. En noviembre, cuando faltaban semanas para las elecciones presidenciales de 2015, los compañeros recibieron una visita inesperada. Carolina Stanley, Mauricio Macri y Patricia Bullrich llegaron con sus fotógrafos a la carpa para solidarizarse con el reclamo indígena en forma desinteresada… o tal vez para ostentar sensibilidad social en medio de la campaña electoral.

¿Quién sabe? Eran los tiempos del Macri "kirchnerista", el de los buenos modales, el que prometía pobreza cero, eliminación del impuesto a las ganancias, precios accesibles sin inflación, la unidad de los argentinos, mejores jubilaciones, la independencia del poder judicial, no tomar deuda externa ni perseguir opositores, dejar lo que estaba bien y arreglar lo que estaba mal… la revolución de la alegría.

Para ese entonces, yo vivía en las afueras de San Martín de los Andes, en la provincia de Neuquén. Mis compañeros mapuches y mi amigo Roberto Arias me habían enseñado las glorias y miserias de la resistencia de los pueblos originarios.

Aprendí que sus luchas, como todas, están teñidas por diferencias internas, intereses personales, opciones políticas, alianzas transitorias. Hay grupos enfrentados y posiciones encontradas como en todos los campos de la vida social.

La lucha de los de abajo por su dignidad es como la vida contemporánea: contradictoria y fragmentada. La línea del bien y del mal no es tan nítida como la que trazan los relatos maniqueos de héroes y villanos.

Desde luego, me pareció de un oportunismo burdo que quienes reivindican la Conquista del Desierto y demonizan la protesta social fueran a hacer campaña política a un acampe de los pueblos originarios. Una incoherencia total. Sin embargo, nunca se me pasó por la cabeza cuestionar la legitimidad del método ni la validez del reclamo por la irritante presencia de los candidatos macristas.

Era una protesta pacífica y democrática que visibilizaba los padecimientos de los pueblos originarios ¿Cómo no aceptarla? Macri habla en el acampe del Obelisco en el 2015, frente a una carpa de la CTEP Recuerdo agrias discusiones con militantes kirchneristas por este tema.

Esa idea de que toda crítica era "funcional a la derecha" siempre me resultó una forma autocomplaciente de evadir las discusiones.

Mi posición sigue siendo la misma. La protesta social merece absoluto respeto con independencia del momento en el que se realiza, las ideas políticas de quienes la apoyan o el oportunismo de quienes se montan en ellas. Los conflictos sociales siempre deben resolverse a través del diálogo, nunca de la represión, la difamación, el desprecio o la indiferencia. Ayer leí una nota de la ministra Carolina Stanley en la que se mostraba indignada por el uso político de los reclamos sociales y repudiaba nuestra propuesta de instalar de forma permanente una carpa no autorizada.

Exactamente las mismas condiciones que la que ella visitó cuatro años atrás, sólo que en la nuestra no estaba ni Alberto Fernández ni Cristina Kirchner sacándose fotos. En esa nota, Carolina legitimaba una represión totalmente injustificada y reforzaba la violenta campaña sucia que impulsa el gobierno contra todo conato de oposición política, social y sindical.

Más allá de repudiar esta conducta hipócrita, voy a decir algo que molesta sobremanera a nuestros aliados políticos y a buena parte de mis propios compañeros. Creo que Carolina tiene buenas intenciones. No es una persona desalmada como su jefe político.

Reconozco su predisposición al diálogo y su voluntad para resolver problemas. Ella solía reconocer públicamente nuestro trabajo aún cuando era perfectamente consciente nuestro repudio al gobierno neoliberal.

Hace algunos meses, Carolina recibió la indicación de subirse a la campaña sucia del macrismo. Tuvo que acatar. Es víctima de la lógica machista y mentirosa del macrismo duranbarbeano. Lo lamento mucho, por ella, pero eso no la exculpa.

El camino al infierno está plagado de buenas intenciones y practicantes de la obediencia debida. Carolina debe haber encontrado algún mecanismo para poder dormir tranquila, para justificar en su interior el brutal aumento de la pobreza y la exclusión acaecidas durante su gobierno. Pobreza y exclusión escandalosa: esa que denunció la Iglesia liderada por Bergoglio durante el gobierno anterior, el mismo Bergoglio que han intentado demonizar desde que asumieron por decir las cosas, hablar con la misma gente y comportarse de la misma forma que ellos mismos aplaudían pocos años antes. La situación ahora es cuantitativa y cualitativamente peor.

Durante los gobiernos de Cristina, la pobreza se redujo como mínimo siete puntos porcentuales. Tres millones de argentinos salieron de la pobreza. No por ello dejaba de ser escandalosa pero íbamos avanzando. Durante el gobierno de Macri, la pobreza aumentó como mínimo en siete puntos porcentuales. Más de tres millones de argentinos descendieron al infierno. Además, los pobres son más pobres y necesitan más dinero para salir de esta situación. La "brecha de pobreza" mide la distancia entre el ingreso medio de las familias pobres y el monto de la línea de pobreza.

Hoy supera el 38 por ciento.. No son los datos del INDEC de Guillermo Moreno. Son del nuevo INDEC y la UCA. Ni que hablar del aumento de la desocupación o el descenso en más de diez puntos porcentuales del poder de compra del salario medio y la jubilación mínima. En términos sociales, el macrismo fue un enorme retroceso. ¿Cómo lo explica Carolina? ¿Cuánto tiempo van a seguir con la cantinela de la pesada herencia en vez de resolver los problemas del país? ¿El gran mérito de este gobierno es no decir que en Argentina tenemos menos pobres que Alemania cuando ahora tenemos más pobres que Bolivia?

Me pregunto si la pobreza de ahora es menos escandalosa porque gobierna Macri. Ahora no vienen a visitar las carpas de protesta sino que las reprimen. No toman mate con los indígenas sino que los persiguen. Sin embargo, muchos empresarios, comunicadores y obispos callan. No sólo los abiertamente macristas sino los que en silencio reconocen la catástrofe que vivimos pero tienen miedo. Es natural. Al escándalo de la pobreza se suma el del escarnio público, la persecución política y el dominio aplastante del gobierno sobre los medios de comunicación. Este gobierno de supuestos republicanos es infinitamente más revanchista, agresivo y autoritario con la oposición que el de los supuestos populistas.

Los movimientos sociales, incluso los que simpatizaban con los gobiernos kirchneristas, hemos estado en los barrios, las cooperativas y las calles denunciando este escándalo antes y ahora. Con nuestras internas, errores y miserias, estamos. No tememos ni callamos. Ni cuando ocasionalmente nos tildaban de funcionales en 678 ni cuando sistemáticamente nos demonizan los grupos mediáticos adictos al macrismo.

Ni a las payasadas de Sergio Berni ni a las tropas de Patricia Bullrich. Seguimos luchando, como hicimos en el pasado y haremos en el futuro, con la fuerza de los débiles, resistiendo en paz la injusticia y la represión hasta que no haya más exclusión en nuestra Patria. Se llama coherencia, Carolina.

Y sí, Carolina, comenzó la campaña. Por eso te sacan a hablar pestes de nosotros, por eso tus funcionarios incompetentes colaboran con la campaña sucia difamándonos, por eso los punteros de tu partido intentar quebrar nuestra base social. Vos sabés perfectamente que las acusaciones que recibimos son una infamia, conocés perfectamente que nuestro compromiso no se inició este año ni terminará en diciembre, pero elegiste representar el lamentable papel que te asignó Durán Barba. Claro que comenzó la campaña, Carolina.

Muchos de nosotros tenemos una posición política contra el régimen de Macri y el FMI. La catástrofe social que han causado es la principal razón que quienes nunca estuvimos en política partidaria estemos militando el Frente de Todos: ¿hace eso menos genuinos los reclamos? ¿Le quita legitimidad a nuestra tarea? De ninguna manera. Los problemas sociales no se ajustan al cronograma electoral.

El hambre no espera. La muerte tampoco. Pocas horas después de la represión otro ser humano murió en la calle, ¿te enteraste? Fue a diez cuadras de tu oficina, sobre la calle Montes De Oca. Le decían "el uruguayo". La diferencia entre nuestra resistencia no violenta junto a los sin techo en la 9 de Julio y la aparición de ustedes en la carpa de los Qom es que nosotros siempre hemos estado del mismo lado… y que a ustedes no los corrieron con palos, calumnias y gas pimienta.

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