En dialogo con La Letra Chica, el referente del radicalismo bonaerense e intendente de Chacabuco, Victor Aiola analizó la gestión comunal, realizó una evaluación de sus primeros años de mandato y una proyección sobre la economía nacional. 

¿Cómo analiza su gestión en Chacabuco?

La gestión es una gestión que arrancó el 2015 con muchos desafíos, porque este es un municipio que tenía muchas deficiencias, sobre todas cosas que eran básicas, estructurales. Por ejemplo, no se prestaban los servicios públicos, era un déficit importante todos los meses para pagar los sueldos y ni te digo aguinaldo. Había mucha eficiencia y hoy logramos acomodar lo económico bastante al municipio tratando que las cuentas estén adecuadas y se use adecuadamente el dinero.

Por otro lado, hemos logrado una adecuación de las horas extras que era algo que nos preocupaba.

Hemos cumplido con un montón de obra pública que nos pedía nuestra ciudad, como es la accesibilidad a los barrios; la guardia nueva del hospital de 400 metros cuadrados; las obras hidráulicas para que la ciudad no se inunde; agua; cloaca; en las localidades donde no teníamos la accesibilidad, ambos accesos Rawson y Castilla. En Rawson llevamos agua, gas y cloacas por más de 200 millones de pesos. Es decir, se han hecho muchas cosas y también se han puesto en marcha los servicios públicos que no se prestaban adecuadamente.

Todavía falta mucho por hacer, pero lo importante es que la ciudad está en movimiento y se note el cambio cultural, que es el más difícil, que es hacer que el vecino participe, que el vecino se sienta parte y responsable lo que pasa en la ciudad. Son estos cambios los que más tiempo llevan y damos la lucha todos los días para poder lograr esto.

"Hemos cumplido con un montón de obra pública que nos pedía nuestra ciudad"

En la política se destaca que sea “una gestión que no se toma vacaciones”

Nosotros decimos que la gestión no se toma vacaciones porque la gente nos necesita mucho. Porque, si bien sabemos que las vacaciones son necesarias para la familia, para el cuerpo, la mente, en este momento, que Chacabuco necesita tanto de parte nuestra, a la gente, a veces, le cuesta llegar a fin de mes.

Nosotros tenemos que demostrar que verdaderamente estamos comprometidos con la ciudad y tenemos que dejar todo de parte nuestra para poder llevarla mejor.

Es verdad que siempre faltan cosas. Estamos expuestos siempre a la crítica bien intencionada y la aceptamos como tal.

Nosotros decimos que la gestión no se toma vacaciones porque falta tanto para hacer y es el último año de gestión que, yo siempre digo, la oportunidad que nos dio la gente en 2015 no la vamos a desaprovechar y cada día para nosotros es un partido final. Aprovechamos todos los días a trabajar por nuestra ciudad porque no sabemos si sociedad nos va a dar otra oportunidad. Esta oportunidad es única para nosotros y no vamos a desperdiciar ni un minuto de tiempo.

¿Cómo analizas el año económico para el país?

Venimos de los primeros dos años de la gestión nacional fueron buenos, con índices de crecimiento y de muchas mejoras. Luego, por errores que se han cometido en el Gobierno Nacional, por la herencia recibida y, también por la política y la economía internacional, hubo una gran turbulencia donde yo pienso que tocamos fondo en el 2018. Con un dólar que se disparó, con una sequía que fue la más grande de la historia, el cual disminuyó la capacidad del campo. Hemos tenido muchas cosas en contra y el Presidente ha sabido agarrar el timón y estamos saliendo de esa turbulencia.

"La oportunidad que nos dio la gente en 2015 no la vamos a desaprovechar"

Hoy, yo lo veo como positivo lo que está por delante. Tenemos una cosecha de trigo que va a ser récord en los últimos años, por otro lado la reapertura de paritarias le inyecto dinero a los trabajadores es la última etapa del año, principios de este año, por otro lado el turismo interno ha crecido por la imposibilidad que la gente viaje al exterior, por otro lado del G20 le dio un shock de confianza a nuestro gobierno. Me parece que la estabilidad económica, de un dólar que se mantiene dentro de lo previsto, da cierta credibilidad a los mercados.

Lo que viene a partir de marzo creo yo es que ya se está carreteando en la pista, que es el despegue lento de los índices económicos, que empiezan a ser positivos y a tener más estabilidad.